Tempura de pollo

A estas alturas, ya deben saber de mi gusto por la comidas con estilo oriental. Hace rato tenía ganas de hacer tempura, y cuando conseguí en mi proveedor habitual un frasco de salsa agridulce, fue la excusa perfecta!


Lo importante del tempura, es la DIFERENCIA DE TEMPERATURA ENTRE LA MASA Y EL ACEITE! Si no tenemos esto en cuenta, en lugar de resultar un tempura crocante y sabroso, obtendremos un tempura demasiado grasoso y por consiguiente, con sabor poco agradable (y que nos caerá pesado!). Por eso, aconsejo que además de utilizar agua helada en la preparación, coloquemos el bowl de masa dentro de un bowl con hielo.
Ahora sí, pasemos a la receta...

DIFICULTAD: Media
TIEMPO DE PREPARACIÓN: 1 hora aprox.
PORCIONES: 4 comensales

INGREDIENTES:
3 pechugas de pollo
300 gr de harina 0000
10 gr de almidón de maíz (Maizena)
Una pizca de sal
Cantidad necesaria de agua bien helada
4 cucharadas de salsa de soja
2 dientes de ajo grandes
Aceite para freir c/n

PREPARACIÓN:
Cortar en cubos las pechugas de pollo, y colocarlas en una fuente con la salsa de soja y el ajo cortado en láminas. Cubrir con papel film y dejar macerar en la heladera por lo menos 30 minutos.
Preparar la masa de tempura mezclando suavemente la harina con el almidón de maíz, la pizca de sal (cuidado porque maceramos el pollo en salsa de soja, que de por sí es salada), y el agua muy helada. La cantidad de agua será la necesaria para que nos quede una masa similar a la de los panqueques, es decir líquida pero espesa. La mezcla se debe hacer despacio para no generar ni grumos ni burbujas.
Retirar el pollo del líquido en que lo maceramos, y retirarle el exceso de líquido dejándolo escurrir 5 minutos en un colador.
Calentar bien el aceite para freir (la receta original de tempura dice que debe tener una temperatura constante de 170 grados).
Tomar cada cubo de pollo, pasarlo por la masa de tempura y freirlo hasta que la masa se vea dorada y crujiente (aprox. 3 minutos). Se pueden colocar varios cubos de pollo en el aceite al mismo tiempo.
Al retirar del aceite, colocarlos sobre papel absorbente.
Se deben comer inmediatamente para que no pierdan crocantez, y aconsejo servirlos acompañados de salsa agridulce y una ensalada de coles y zanahoria.

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